lunes, 8 de marzo de 2010

Presupuesto y población, puntos débiles de la futura piscina cubierta

Nadie duda de la 'rentabilidad social' que tendría la prometida piscina climatizada de Santo Domingo de la Calzada y su comarca, pero, otra cosa es su rentabilidad económica. Frente a quienes defienden las, por otra parte innegables, bondades de las futuras instalaciones en términos deportivos, saludables y de ocio, otros, más 'realistas', acentúan las dificultades financieras que conllevará su construcción (el anteproyecto estima, por lo alto, tres millones de euros) y posterior gestión. Una gran inversión, en el 'antes y el 'durante', a la que se suma, como otro punto débil, la baja densidad de población, que suma en la ciudad los 6.780 habitantes (a 1 de enero del 2009), y ronda en el total de la comarca los 12.000. Frente a estos datos, otros argumentos -ajenos los económicos-, propugnan su construcción sin vacilaciones. «Si otras cabeceras la tienen, ¿por qué nosotros vamos a ser menos?», se preguntan no pocos.
Algunos expertos, como el doctor en Educación Física, Jesús Martínez del Castillo, recomiendan la construcción de piscinas climatizadas en municipios mayores de 20.000 habitantes. Y es que, una cosa es la general postura entusiasta previa, y, otra, la de cuántos usarán las instalaciones llegado el momento, pagando por ello y contribuyendo así a su rentabilidad. Por citar algunos ejemplos -con la precisión de que se trata de casos distintos-, el estudio de viabilidad realizado por '1A Ingenieros' (autores del anteproyecto para Santo Domingo de la Calzada) estimaba en 2.000 los potenciales usuarios de una piscina climatizada en Lugo Llanera (Asturias), sobre una población base de 25.000 habitantes. En el de La Pobla de Vallbonal, la previsión estimada para el primer año era de 1.462 usuarios, partiendo de la cifra de 20.400 habitantes. Tarazona, con 11.200 vecinos (sólo la ciudad), tenía 2.159 socios a los cuatro meses de apertura, si bien, en su caso, se advertía de que la cifra estaba aún lejos de los 4.000 usuarios que harían viable el servicio. En Abarán, municipio murciano de unos 12.000 habitantes, el déficit de 102.600 euros acumulado durante la temporada 2006-2007 obligó a subir los precios el 8%. En Zaragoza, las tres piscinas municipales cubiertas acumulan cada año 4 millones de euros de déficit. Y así, un largo etcétera.
El actual técnico de Deportes, Miguel Díez Morrás, aventuraba de la piscina climatizada, en un artículo publicado en el año 2004, que «asistimos a un servicio que, sin duda, sería deficitario para el Ayuntamiento, por lo que es esencial saber en dónde se sitúa ese déficit y qué nivel de autofinanciación mínima podría asumir».

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